Tu cerebro quiere que tus 260 millones de receptores de la luz trabajen a pleno rendimiento para que entre toda la información que tanto te atrae. Lo mismo sucede con el resto de tus sentidos. Tienes la “mente abierta”, en el verdadero sentido de la palabra. Inmediatamente entras en un estado en que aumenta lo que aprendes, tu memoria, concentración, enfoque y capacidad de respuesta, revelándote todo su potencial y poder. El verdadero poder no es la capacidad momentánea de imponerte sobre otra persona o personas; en ese tipo de poder no existe una seguridad interna y duradera. A medida que cambia el tiempo cambiará (y disminuirá) también ese poder. El verdadero poder tampoco es tener un cuerpo fuerte que te haga superior a los demás físicamente. Él también cambiará eso. Todo estos “poderes físicos” son temporales, y si han supuesto tu pilar, la ausencia o pérdida de los mismos te puede conducir al miedo y a la inseguridad. El poder real reside en el ...