¡Feliz día apreciado lector! Esta semana quiero compartir
con Ustedes, la gran satisfacción de haber concluido con éxito, el I Programa
de Desarrollo Personal para Adolescentes. Mil Gracias divinidad, misión
cumplida. Hoy dedico la columna a estas chicas y chicos llamados Adolescentes.
Quienes están en esa edad tan difícil, en la que se suceden tantos cambios, tan
bruscos y en tan corto espacio de tiempo. Los jóvenes, que ya no son niños
ni aún adultos, no entienden muchas de las cosas que les están pasando en su
cuerpo y su cabeza. Nuevas situaciones se plantean, a las que tienen que
hacer frente sin tener la experiencia que sería ideal para ello. Nuevos papeles
a desempeñar en la vida de la que empiezan a formar parte como adultos, nuevas
responsabilidades y nuevos retos. Los demás empiezan a comportarse de
manera diferente, o quizá son ellos quienes perciben como diferente ese
comportamiento que en realidad es el de siempre.
No resulta fácil adaptarse a un cuerpo que empieza a cambiar
de manera visible. De los diez a los dieciocho años en las chicas y de los doce
a los veinte años en los chicos, son las edades aproximadas en que reina la
adolescencia, caos interior y por tanto exterior, ¿se puede hacer algo? Ante todo mucha paciencia, saber que el objetivo de su
comportamiento no es hacer daño aunque lo hagan. Sólo reclaman algo de
independencia aunque no saben cuánta ni cómo buscarla, ni siquiera para qué la
quieren, sólo sabe que la quieren.
Aunque aparenten seguridad en sus actitudes y
comportamientos, se sienten tremendamente inseguros. Por un lado, necesitan
alejarse de sus padres y del ambiente familiar en el que hasta ahora se desenvolvían
para salir a la calle y encontrar su propia manera de actuar, de relacionarse,
de sentirse adulto. Pero por otro lado, siguen siendo niños que necesitan
protección y alguien que les señale, al menos, el camino que deben seguir y los
límites que existen. Es importante destacar que ante situaciones presentadas
por los chic@s conviene tener especial cuidado en escuchar la versión de ellos,
en lugar de "pegar un sermón" sobre el asunto. Es mejor saber cómo se
sienten ellos para ayudarles de verdad. Nuestra versión general sobre los
hechos no les interesa. Sólo quieren ser escuchados para sentirse mejor, no
para ser apartados de su idea inicial.
Trabajar profundamente con el adolescente,
siembra en nuestro ser, en nuestra alma y en nuestra conciencia la
fuerza para crecer y producir cambios. En este sentido, Acitmar le invita al II Programa
de Desarrollo Personal para Adolescentes, que inicia el sábado 07 de febrero de
2015, es una mirada diferente de posibilidades a través de herramientas
vivenciales, conectadas a las teorías de desarrollo del adolescente y el
aprendizaje de nuevas técnicas que los conduzcan a emprender cambios
significativos en su camino de vida. iFelicidades a los integrantes del
I Programa! Hicieron un extraordinario trabajo. Dios les llene de
bendiciones.
Recibe un abrazo cargado de energía, vibración y movimiento
desde el alma. Hasta la próxima semana.
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