Un día como hoy, nací gracias a mamá y papá. En esta década de mi vida doy gracias a la Divinidad, todavía tengo el privilegio de hacer depósitos de una gran cantidad de felicidad en mi banco de memoria. No me preocupa hoy vivir largos años, sino de vivirlos intensamente cada minuto y cada segundo en el aquí y en el ahora haciendo todas esas cosas que me gustan y me hacen feliz. Ahora puedo decir que vivir largo tiempo depende del alma, y la vida es larga si es plena, y se hace plena cuando el alma ha transferido así el dominio de sí mimo. Por eso cada Cumpleaños es un regalo para mí, y mientras se abran mis ojos, y sienta mi respiración me enfoco en los momentos felices que he almacenado…Sólo por esta vez de mi vida.
Bert Hellinger, a través de las diferentes dinámicas que se desarrollan en las constelaciones familiares, pudo observar que el amor sigue unos órdenes, y que sólo respetando estos órdenes puede fructificar. Estos órdenes, con ligeros matices rigen todas las relaciones humanas. La pareja en Constelaciones Familiares es la unión de dos seres adultos que eligen unirse y mirarse de igual a igual, el fin último de una relación de dos es procrear, dar la vida, por eso la distinción más importante que tiene la relación de pareja es la presencia de la fuerza sexual como energía que trae a la vida. Obviamente dentro de un contexto de relaciones, existen dinámicas dentro de una relación de pareja que impiden que el amor fluya y los integrantes de la relación terminen sumergidos en los embrollos propios de su sistema familiar.
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