Durante todo el día nos persiguen cientos de preocupaciones: personales, laborales, familiares, académica, del entorno y otras. Si bien es cierto las vamos resolviendo, constantemente alguna nos queda pendiente. La situación surge cuando no podemos desconectarnos, y por la noche nos dan vuelta por la mente y no nos dejan dormir. ¿Qué hacemos en esos casos? En mi trayecto recorrido he puesto en práctica tres pasos que me han dado resultado, hoy 01 de marzo inicio de mes y en antesala de luna llena, quiero compartirlos con ustedes para eliminar las preocupaciones.
Primero observa la situación valientemente que te angustia y con honradez tomate unos minutos y presta atención si puedes o no puedes influir en ella, o si está bajo tu control o no.
El segundo paso consiste en reconocer y aceptar la situación con serenidad, les certifico que es la única manera de poner a trabajar tu mente en una solución para eliminar esa preocupación.También toma en cuenta en este segundo movimiento que a veces no todos tus pensamientos son ciertos y si es así no pierdas tiempo juzgando y tratando de explicar los malos pensamientos, simplemente déjalos ir.
El tercer paso es la toma de acción congruente para influir en la situación, concéntrate en lo que está sucediendo en el presente en torno a esa situación y en lo que quieres lograr. Dedícate a ellos y deja de perder tanto tiempo pensando en el futuro, es bien cierto que en lugar de resolver los problemas de mañana, la preocupación se roba las fuerzas de hoy y un corazón preocupado paga un alto precio. Tal como lo menciona el Salmo 29:11 “Él dará fuerza a su pueblo. Derramará paz como bendición sobre ellos”. En este sentido cuando se divide la capacidad mental, la fuerza se disipa y se desperdicia energía. ¿Quién puede darse el lujo de perder poder para vivir?
La clave es vivir en el presente, y cuando sea necesario debemos presionar el botón y detenernos a ver como el comportamiento se cierra aislándonos de las preocupaciones que amenazan en robarnos la Paz que nos contacta con nuestra felicidad.
La clave es vivir en el presente, y cuando sea necesario debemos presionar el botón y detenernos a ver como el comportamiento se cierra aislándonos de las preocupaciones que amenazan en robarnos la Paz que nos contacta con nuestra felicidad.
En nuestro Centro de Entrenamiento, trabajamos todos estos aspectos en los Diplomados y Maestrías de PNL.
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