Hoy estoy aquí y la idea
central es plasmar en una entrega, compartiendo un sueño de servir a través del
conocimiento universal, en la seguridad de poder inspirar y ser inspirado en
armonía con todos y con El Uno.
En los estudios que concluí
como Consteladora Familiar y en las formaciones Internacionales con Berth
Hellinger en México quedó incorporado en mí estas reflexiones que son el punto de partida
para llegar a alcanzar el Éxito y que
quiero compartir con ustedes.
El primer y decisivo éxito para
nosotros fue nuestro Nacimiento, y nacer significa que no vinimos a la vida
desde la total autonomía, sino que vinimos a la vida a partir de alguien. Es decir nacemos vinculados. De esta experiencia obtenemos la fuerza para más
tarde poder imponernos con éxito y reconocer nuestras raíces.
El segundo acontecimiento decisivo y el siguiente éxito es el
movimiento hacia la madre, a través de su leche sacamos vida de ella, tenemos que mamar para que su leche salga, y
es a través de ella que seremos ricos. De allí que más tarde en el trayecto de la vida se
demuestra que quien toma a su madre en el corazón, con alegría, con respeto,
con amor y con honra en esa misma medida su vida y su trabajo le regalaran
éxito. En caso contrario quien tiene
reparos con su madre, también los tendrá con la vida y la felicidad. Así como
la madre como consecuencia de sus
reparos y su rechazo se aleja de él, así se alejara la vida y el éxito.
Entonces ¿Cómo llega el éxito
a nosotros?
Respuesta: Solo cuando nuestra madre puede venir a nosotros y nosotros
la honramos como nuestra madre.
A partir de lo anterior se
va desarrollando la dinámica de la vida, y solo mirando el Orden, el amor puede
fluir y facilitar el florecimiento de las
personas y permitir que su bienestar se expanda hacia la felicidad. Como
por ejemplo un árbol se desarrolla de acuerdo a un orden donde sus raíces le
dan fuerza, el tronco la sostiene, las
ramas las extienden y cada árbol es diferente en su dinámica de desarrollo.
Naturalmente, amor
aquí significa relación entre personas incluida la que
tenemos con nosotros mismos el cual es nuestra fuente interna más poderosa, y
querernos nos cura, nos hace felices y es el mejor regalo de calidad que podemos
ofrecer a los demás plasmado en el bien ser.
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